A principio de la década del 50 la US NAVY lanza un requerimiento para reemplazar al popular A-1D Skyraider. La Douglas Aircraft Company decide presentar una aeronave enfrentándose en franca competencia a las tradicionales fábricas proveedoras de aviones embarcados como Grumann y Vought. El encargado del proyecto fue el ingeniero en jefe y segundo de Douglas, Edward Heinemann, quien enfoca el proyecto a una aeronave pequeña, con alas en delta con claras reminiscencias del F-4D Skyray. El minucioso trabajo de Heinemann pondero la facilidad de mantenimiento, la reducción de peso, la simplificación del diseño y un exhaustivo análisis de cada componente del proyecto obteniendo como resultado una sorprendente reducción de costos.
Es inobjetable que el diseño de Heinemann marco un hito en el diseño de aeronaves militares, un avión pequeño que realiza el trabajo de uno mediano, con una alta tasa de incursiones con escaso mantenimiento, capas de soportar daños que derrivarian a otras aeronaves provoco que después de la guerra muchas Fuerzas Aéreas adoptaron el avión con base terrestre, de hecho solo 3 países utilizaron al "Skyhawk" embarcado entre ellos Argentina. Constantemente mejorado y actualizado a través de los años el noble A-4 vio crecer su "joroba" con el fin de poder dotarlo de equipamiento mas moderno, lo cual lo mantiene operativo en varios países.

CARACTERISTICAS TECNICAS


La insignia del grupo 5 de caza, la cabeza de un Halcón ceñudo con el lema en latín que pude traducirse como
"Hacia las estrellas mediante el sacrificio"


La incorporación del A-4C
Promediando los ´70 el reemplazo de los F-86 Sabre se hacia impostergable, pero en esta ocasión la FAA no tuvo la necesidad de buscar demasiado, el A-4 seria nuevamente el elegido. Si bien el diseño no era mucho más nuevo que el del caza de la Nort American, la experiencia acumulada por el personal técnico, de mantenimiento y pilotos, sumado a las bondades del Pequeño cazabombardero lo convirtieron en el candidato por excelencia. En esta ocasión se selecciono un lote de 25 aviones A-4C ofrecidos por la Loockheed Air Service, dichos aviones se encontraban preservados en Arizona y serian enviados a la Argentina por vía marítima.
A diferencia de sus antecesores la planta propulsora que equipaba los A-4C era el reactor Wright J65 - W - 20 que erogaba 8400 libras de empuje lo que incrementaba las prestaciones con respecto a las 7700 Lbs. del A-4P, otra diferencia estaba dada por el radar AN/APG-53 lo que le otorgaba una capacidad todo tiempo limitada, también venían provistos de 5 puntos de fijación para cargas externas. Los Skyhawk arribaron al puerto de Buenos Aires en 1975 y desde allí fueron trasladados al Área Material Río Cuarto donde serían recorridos y puestos en servicio. La cadencia de incorporación de los aviones al seno de la IV Brigada Aérea con asiento en el plumerillo, fue bastante lenta, la falta de repuestos, componentes que venían con fallas desde origen y pocas unidades para el reemplazo, fueron los causantes de la demora y a mediados de 1978 se completo la puesta en servicio, llegando la dotación a 23 aeronaves ya que dos de ellas, el C-316 y C-317, colisionaron en vuelo y nunca llegaron a Mendosa, sus pilotos lograron eyectarse salvando sus vidas providencialmente, resultando uno de ellos con heridas leves. En el año 1978 solamente 6 de los radares pudieron ponerse en funcionamiento, sin duda por su antigüedad el equipo electrónico se transformo en el talón de Aquiles de los Skyhawk por lo cual en 1979 se decidió equipar a un grupo de 4 Skyhawk con un moderno sistema VLF/Omega, nuevo radio altímetro y equipo IFF, homologándose este equipamiento y extendiéndose luego al resto de la flota. Con motivo de incrementar la capacidad en el combate aire-aire se realizaron pruebas con misiles Rafael Shafrir, con intrusión a cargo del Tcnl. Sholmo Shapira, quien fue habilitado para volar el A-4C. No obstante las limitaciones lógicas que el paso de los años marco en las aeronaves estas cumplieron una destacada labor durante el conflicto de Malvinas.
3.El A-4Q Skyhawk en la Armada Argentina.
Si bien los A-4Q se incorporaron en la década de los 70, el interés de la Armada Argentina por este aparato se remonta a muchos años atrás. En 1965, el componente embarcado del portaaviones "Independencia", integrado por los "Texan" y los "Corsarios" se acercaba al final de su vida útil, aún los reactores Phanter eran veteranos.
El interés del comando de aviación naval se volcó hacia el poderoso Skyraider, monoplano propulsado a hélice de la US Navy. Sin embargo, este aeroplano estaba siendo empleado con excelente resultado por el país del norte en la guerra de Vietnam, por lo cual los Estados Unidos se negaron a vender un lote de aparatos a la Armada Argentina. De todas formas, ofrecieron una cierta cantidad de A-4A reacondicionados por la empresa Douglas. Se trataba de la primera versión del Skyhawk, muy limitada en sus prestaciones, por lo cual la propuesta no fue considerada. Cuando, tiempo después la Fuerza Aérea Argentina adquirió un importante lote de A-4B, (una versión mucho mas poderosa) la marina pidió una partida del mismo modelo, sin embargo los Estados Unidos argumentaron que el cupo de exportación ya estaba cubierto, y vuelven a ofrecer un lote de 30 A-4 Skyhawk versión A obsoletos que nuevamente son rechazados, con lo cual volvieron a frustrarse las intenciones de la Armada Argentina. Como la renovación de los antiguos aviones se había vuelto una máxima prioridad, se adquirieron aviones T28 Fennec y Aermacchi 326 para paliar la situación. Sin embargo se trataba de una solución provisoria, ya que el Fennec era un entrenador a hélice, y aún el reactor Aermacchi tenía sus limitaciones ya que no podía ser embarcado en portaaviones. Para esa época el nuevo portaaviones "25 De Mayo", con capacidad para embarcar aviones a reacción ya estaba en servicio en la Argentina, por lo cual se hacía imperiosa la compra de un avión jet de ataque para operar desde él. Finalmente, en 1970, se autorizó la venta de un lote de 16 A-4B provenientes de la reserva de la US Navy para la Armada Argentina. Los aviones serían recorridos y actualizados en la empresa Tulsa Rework Facilities ( subsidiaria de la McDonnell Douglas) además de instalarle varias mejoras, motivo por el cual el fabricante juzgó apropiado cambiarle la denominación de A-4B a A-4Q como sería ampliamente conocido en la Argentina. Las mejoras consistieron en el reemplazo del antiguo reactor J65-W-16 de 7500 lbs. de empuje por el J65-W-20 de 8400 lbs de empuje. , además , se incluyeron equipos mejorados de navegación y comunicaciones, spoilers en la alas, etc. De esta forma, la configuración del aparato era similar a la del A-4 versión F norteamericana. Los Skyhawk navales tuvieron un uso muy intenso a lo largo de toda la década, por lo cual al ingresar en los años 80 comenzaron a mostrar signos de deterioro. Justamente en este momento sucede el conflicto de las Islas Malvinas. La Armada estaba incorporando los nuevos Super Etendart, por lo cual la 3ra. Escuadrilla de Caza y Ataque (integrada por los Skyhawk) pasaría a cumplir misiones de apoyo como reconocimiento, reabastecimiento en vuelo y ataque ligero. Sin embargo, la guerra cambiaría todo eso y los A-4Q estarían en la primera línea de combate. La estructura de las alas de los aparatos presentaban en muchos casos fisuras, los cohetes de los asientos eyectores estaban vencidos y no siempre funcionaban correctamente (un piloto falleció por esta motivo),estas eran algunas de las limitaciones mas comunes. Esto no impidió que la escuadrilla tuviera una actuación destacadísima, especialmente en los eventos ocurridos en la Bahía de San Carlos, en donde se le apunta la destrucción del navío de guerra H.M.S Ardent, y el posible impacto en otra nave similar. Dada la escasa cantidad de aparatos disponibles (solo 8) la relación victorias-contra- aviones participantes habla de una notable performance. Terminada la guerra, los cansados Skyhawk se replegaron a su base natural en Comandante Espora, en donde la escuadrilla se hace acreedora a la distinción "Honor al Valor en Combate". A partir de allí , las unidades sobrevivientes continuaron con su actividad habitual a la espera de su retiro ya próximo que se produjo el 25 de febrero de 1988, luego de 15 años de actividad, registrando mas de 2500 descensos en el portaaviones y 21034.80 horas de vuelo.
Modelo metalico de coleccion:


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